Partiendo del gran éxito del biplano CR 32 “Freccia”, que demostró su fiabilidad y eficiencia operativa durante la Guerra Civil Española, Fiat desarrolló, a finales de los años 30, el nuevo CR 42 “Falco”. El nuevo caza biplano monoplaza tenía, como su predecesor, un tren de aterrizaje fijo y una cabina abierta pero estaba equipado con algunas innovaciones como la estructura enteramente en aluminio y acero recubierta de metal y lona. Su motor radial Fiat A.74 refrigerado por aire permitía al Fiat CR 42 alcanzar los 400 km/h. Estaba dotado de una extraordinaria maniobrabilidad, muy apreciada por los pilotos, pero adolecía de las limitaciones de la configuración "biplano" que afectaba a su rendimiento operativo en comparación con los cazas monoplanos más modernos y potentes. Se construyó una versión dedicada a la caza nocturna con escapes extendidos para reducir la visibilidad del enemigo durante la noche.
Kit de plástico escala 1/72.






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